1. Concierta la visita en un horario diurno para poder chequear la iluminación natural del inmueble, lo que le posibilita también advertir alguna falencia o cuestión que a simple vista sea difícil de detectar.
  2. Pedí un plano de la propiedad para poder comprender la distribución de los ambientes.
  3. Es importante que pidas que te enseñen las últimas expensas y las facturas de los servicios.
  4. Controla la presión del agua y la temperatura de la misma en los baños y en la cocina.
  5. En caso de que veas refacciones que deban hacerse en la propiedad (humedad, pintura, azulejos), consulta si se van a solucionar antes de tu mudanza.
  6. Averigua más sobre el barrio del inmueble: dónde están los locales comerciales, hospitales, colegios, las líneas de transporte y si la zona es segura.